UNA CORTINA DE HUMO
31/08/2015  La dirección de la Agencia Federal de Inteligencia presentó en conferencia de prensa (28/08/2015) una nueva denuncia judicial contra Antonio Stiuso, ex director de operaciones de la Secretaría de Inteligencia.
Ahora lo acusan por el delito de “encubrimiento agravado”: “…un verdadero encubrimiento de los responsables de la ejecución” del atentado, según expresan en la denuncia ante el juez.  
Parrilli dijo claramente que se trata de una “cuestión de alta prioridad” para el gobierno, y
 que los intereses que protegen a Stiuso son los del “diario La Nación, la Embajada de los Estados Unidos y algunos jueces Federales…”. A los jueces “les cuesta mucho firmar una resolución para que un personaje como el ex agente Stiuso venga a rendir cuentas ante todas las causas penales que tiene en la Argentina”, dijo.

Se trata de la ampliación de una denuncia hecha en abril y presentada ante el juez Ercolini.
 
Sin embargo, el nuevo escrito no aporta nuevas pruebas, limitándose a reinterpretar los hechos denunciados hace cuatro meses: incumplimiento de los deberes de funcionario público y maniobras de ocultamiento de documentación de la causa AMIA.

Aunque parezca increíble, para llegar a la conclusión de que Stiuso es el encubridor criminal… lo acusan a Nisman.
 
Parrilli y Mena lo dicen textualmente: se trataría de una “irregular delegación efectuada por el entonces Fiscal General a favor del ex Director General de Operaciones…”. “Así las cosas, además de
 una conducta que excede lo negligente para constituir un verdadero actuar entorpecedor de la investigación por parte de ambos funcionarios, se advierte que la investigación se encontraba plenamente delegada no en el Fiscal Nisman… sino en el Ingeniero Stiuso, conforme un arbitrario e irregular criterio del propio ex Fiscal General, de espaldas al proceso, a las partes y a la sociedad toda.” (Pág. 17). Hablan del “público y notorio esfuerzo de ambos por mostrarse útiles a intereses distintos de los que les imponía su investidura” (Pág. 16), sin que se les ocurra explicar cómo pudo suceder esto durante los últimos 12 años sin que lo advirtieran sus superiores del Poder Ejecutivo, el Judicial o de la Procuraduría. 

Peor aún, los Directores de la Inteligencia se escudan tras un pensamiento que parece crítico y 
 un lenguaje que parece profundo para acusar a Stiuso por su “obrar temerariamente negligente”, lo que equivale a decir por su obrar audazmente perezoso, holgazán, vago. 
Un obrar así sería lo opuesto a una acción de encubrimiento agravado. Con esta reinterpretación, Parrilli y Mena banalizan cualquier acusación y, objetivamente, suman al Ejecutivo a los intereses que protegen a Stiuso y a la ex SIDE, mientras simulan hacer una acusación seria.
 

La presentación de Parrilli contra Stiuso y Nisman vacía de contenido al juicio oral que acaba de comenzar contra Menem, Galeano, Anzorreguy y la plana mayor de la SIDE de entonces. Basta con recordar que en marzo pasado, cuando Stiuso era presentado como un nuevo jubilado, el Poder Ejecutivo lanzó una campaña de prensa y solicitadas para mostrar a este juicio como el que venía a juzgar el “verdadero encubrimiento del atentado”. Ahora resulta que el “verdadero encubridor de los responsables” no quiere volver al país y hasta tendría protección extranjera.

Después de considerar que el Poder Ejecutivo es víctima de la “sintonía fina” de jueces, embajadas extranjeras, senadores y medios, las nuevas denuncias sólo pueden interpretarse como maniobras publicitarias, impotentes para esclarecer nada y con el único objeto de seguir protegiendo al conjunto del Estado de su verdadera responsabilidad en el atentado.
 

Frente a la incapacidad reiterada de los tres poderes por esclarecer la masacre impune de la AMIA y la cadena de encubrimientos que los involucra,
 APEMIA vuelve a exigir al gobierno y a los principales partidos de la oposición que asuman el debate parlamentario de estas graves denuncias públicas. Exigimos debatan nuestro proyecto de Ley para constituir una Comisión Investigadora Independiente del atentado impune de la AMIA en el marco del Congreso. Pensamos en una Comisión conformada por personalidades con una trayectoria intachable, con plenas facultades y garantías para realizar una verdadera investigación integral, poniendo a su disposición la apertura de todos los archivos y los recursos necesarios para su tarea. 

El ataque a la AMIA es una herida abierta en la sociedad argentina, una larga grieta que pone en cuestionamiento la legitimidad institucional y su credibilidad social. Para que el atentado a la AMIA deje de ser un símbolo de la impunidad, para esclarecerlo e impulsar el juicio y castigo a todos los culpables, es necesaria una Comisión Investigadora Independiente.

Solicitamos tu apoyo para acompañar y difundir este reclamo.

Basta de impunidad. Exigimos una Comisión Investigadora Independiente de la masacre de la AMIA.