TESTIMONIO DE UN FAMILIAR QUE SUPO CAMBIAR SUS CREENCIAS.    

01/12/2015

Sergio Burstein prestó declaración como testigo en la 15º jornada de audiencias.
Su testimonio fue el primero de los cinco que el Tribunal escuchará durante las próximas audiencias de parte de los familiares que integran el grupo 18J.
Después del testimonio de los policías, el de los familiares continuará bajo el mismo principio: el de los querellantes que también son testigos. Presentarán ante los jueces y las otras partes aquellas experiencias que vivieron en relación a los acusados (Galeano, Beraja, los fiscales, Nisman, etc.) y que fundamentan su acusación.

Aún con roles similares, las diferencias que presentan como testigos tanto el grupo de los ex policías como el de los familiares son importantes.
Los policías son considerados las víctimas en este juicio por las “irregularidades” y delitos cometidos durante la investigación de la conexión local del atentado y así se estableció en el juicio “AMIA I” (2001/2004). Estuvieron presos varios años por ello y desde ese lugar son acusadores.
Este grupo de familiares, en cambio, son los que apoyaron todas y cada una de esas irregularidades, actuando para darle lustre al fraude jurídico en nombre de defender las instituciones y de “hacer Justicia”. Sostuvieron no sólo la acción jurídica del ex juez y los fiscales ahora acusados; también adornaron las políticas de encubrimiento e impunidad del Estado nacional (los poderes Ejecutivo y la Comisión Bicameral del Congreso), sus socios internacionales y las de las direcciones de la comunidad judía, representadas en AMIA y DAIA.

Burstein reconoció explícitamente que durante años el grupo de familiares estuvo al servicio y fue un ariete de lo que ahora considera “una farsa”.
Desde el atentado, apoyaron a todos los gobiernos y sus políticas, aún con signos opuestos. Alentaron y sostuvieron a los Beraja, al juez y a los fiscales, a los abogados de la querella unificada con AMIA y DAIA, a la dirección de la SIDE y los secretos de Estado, en una acusación que –dijo- sabían falsa. “Nos usaron de chapa para decir y hacer… Convalidábamos todo lo que se hacía”.

LA FE DE LOS CONVERSOS

Como testigo, Burstein no aportó desde sus nuevas creencias a la acusación penal contra sus viejos allegados, ni despejó las dudas sobre las responsabilidades penales que tendrían.

  • Aunque se lo preguntaron varias veces, no alcanzó a explicar cuándo se produjo el “quiebre” en su defensa de la acusación a los policías en el juicio anterior, para pasar a su actual acusación contra los ex funcionarios hoy procesados.
    Y sumó confusión al relato cuando presentó a Julio Federik, su ex abogado en la querella común con DAIA/AMIA en el juicio anterior, como si fuera ajeno al pedido que hizo de cadena perpetua para Ribelli y los ex policías de la Bonaerense.
  • Algo similar sucedió cuando fue consultado por su apoyo y el de su abogado a los ex fiscales Mullen y Barbaccia en momentos en que ellos fueron expulsados por los jueces del Tribunal Oral de las audiencias del juicio AMIA I.
    Burstein reconoció que en las afueras del edificio de los tribunales dieron una conferencia de prensa para apoyar a los ex fiscales donde hablaron, entre otros, él y su abogado.
  • Reveló el tipo de vínculo que tuvo con el ex Fiscal Nisman y por extensión con la dirección de la comunidad judía.
  • Contó que Nisman sufrió amenazas de parte de un ex funcionario de AMIA/DAIA, el Dr. Zbar, lo que motivó una denuncia penal de Nisman contra éste. Tiempo después, “Alberto” (así se refirió a Nisman) lo llamó por teléfono para avisarle que Zbar ya le había pedido disculpas.
    En otro momento y como parte de sus “internas” con las instituciones de la comunidad judía, le propuso a Nisman armar una causa penal contra la DAIA para saber si a ésta le faltó interés en investigar a la conexión local del atentado. Dos días más tarde, Nisman le pidió no ir adelante con esta línea de denuncias porque le hubiera costado la fiscalía, toda vez que era él quien no investigaba.
    A pedido del presidente del TOF, Dr. Gorini, aclaró que esto le constaba porque se lo había dicho el Fiscal Nisman.
    Más tarde mostró la calidad de su vínculo con “Alberto” (Nisman), cuando confesó una situación parecida pero inversa a la anterior sucedida durante una reunión en la Fiscalía en 2013. Es que Nisman lo habría “amenazado” con querellarlo por encubrimiento dado su apoyo al Memorando. “Me dejó tranquilo en el sentido que no iba a hacer nada”.
  • Acusó a toda la dirección de AMIA/DAIA de conocer que se hubiera pagado a Telleldín. Manifestó que uno de sus abogados (el Dr. Bronfman) así lo dijo en una reunión: “Bronfman dijo qué tanto lío por el pago si todos lo sabían…”, pero no pudo identificar a los partícipes de esa reunión.
  • Cuando le preguntaron acerca de cómo se informaba de la marcha de la causa, reconoció haber tenido reuniones con las instituciones comunitarias, con Palacios, los fiscales o Galeano.
    Dijo que el ex juez siempre tenía las puertas abiertas, aunque no le gustaba su actuación: “siempre era la víctima”. Pero a él le llevaba toda información que le acercaban o le parecía relevante que conociera.
    Palacios les acercaba información permanentemente y todo llevaba a la responsabilidad policial. “Nosotros convencidos”, agregó.
  • Dijo haber estado en la sede del SIDE junto a M. Averbuch, otro integrante del grupo de Familiares, la Dra. Nercellas y los presidentes de las instituciones judías.
    Se iba a hablar allí sobre el levantamiento de los secretos de los agentes que iban a declarar ante el Tribunal. “Nos dimos cuenta que en la SIDE se repetía los mismos argumentos que en las reuniones con las instituciones. Estaba todo preparado. Nunca más estuvimos allá”, dijo.
    Pero no aclaró por qué motivo tampoco apoyaron el levantamiento de los secretos de Estado cuando esto se discutió en el juicio, o por qué no lo hicieron en algún reclamo público.
    Al contrario, tanto Burstein como otros integrantes de Familiares y el entonces presidente de AMIA, A. Kaul, se manifestaron expresamente en contra de ello .
  • Acusó a la SIDE por las amenazas recibidas por él y uno de sus hijos. Refirió a que otros familiares también fueron amenazados como producto de sus actuaciones. 

A MODO DE CONCLUSIÓN

Para explicar sus cambios de opinión y las acciones de los miembros de Familiares, apeló a una frase hecha: “con el diario del lunes es fácil… Pero no creímos que nos llenaran la cabeza con mentiras”.
De todos modos, no pareció ser una autocrítica del papel que jugaron desde entonces al servicio de las políticas de DAIA/AMIA y del Estado en su conjunto. Ni siquiera fue un reconocimiento tardío de lo que cualquier diario deja ver desde hace años: el fracaso del gobierno Kirchner para esclarecer el atentado y la continuidad de la impunidad.
Más bien pareció el testimonio de una versión para justificar el nuevo apoyo político otorgado al gobierno y a sus políticas en los últimos años, dándole ahora al Estado la “chapa” del apoyo de un grupo de familiares de las víctimas, sin explicitar los beneficios que recibieron a cambio.

Después de algo más de tres horas, el TOF dio por concluido su testimonio convocando como testigos a Olga y Juan Degtiar, padres del fallecido Cristian, para el jueves 03 de diciembre.